viernes, 28 de octubre de 2016

UN PASEO POR LA LITERATURA CIENTÍFICA SOBRE EL S.A.P......

A continuación se detallará la literatura en la que se apoya el proyecto de intervención comunitaria en la prevención del Síndrome de Alineación Parental. 


Maida, A. M., Herskovic, V., y Prado, B. (2011). Síndrome de alienación parental. Revista chilena de pediatría, 82(6), 485-492.

El Síndrome de Alienación Parental se caracteriza por la presencia de una campaña de denigración hacia un progenitor previamente querido por el niño, la que se inicia instigando temor y animadversión injustificadas y que suele producirse durante el litigio por la custodia del niño en un proceso de divorcio. En esta campaña habitualmente participa un progenitor que instiga el resentimiento y que culmina cuando el niño rechaza abiertamente al progenitor acusado, haciendo suyas las descalificaciones esgrimidas en su contra. Este síndrome se produce en ausencia de maltrato físico o abuso, en cuyo caso el rechazo del niño es justificado. 



González, M.S. y Espinosa, S.M. (2004). Parejas jóvenes y divorcio. Revista Electrónica de Psicología Iztacala, 1(1), 16-32.

Estos autores señalan que el número de divorcios al poco tiempo de formada la pareja se ha incrementado, lo que lleva a sus miembros a la frustración y el estancamiento de sus habilidades de convivencia.


Fonseca Freire, M. I. (2013). El divorcio entre las parejas de 20 a 25 años de edad afecta el interés superior de niño en el ámbito educativo, en el barrio Cnetral de la Parroquia Augusto N. Martínez del cantón Ambato en el primer trimestres del año 2011.

Fonseca Freire (2013) argumenta que el conflicto familiar que se genera en el divorcio afecta y crea resentimiento entre las partes, que no solo perturba anímicamente a la pareja, sino que se extiende a los hijos, y que éstos son los mas afectados, ya que el cónyuge encargado de la tenencia de los mismo influye de manera negativa hacia el otro cónyuge, por lo que es necesario tomar en consideración este factor interno de resentimiento que tiende a ser un arma poderosa frente a los miembros del hogar.


Douglas, J. W. B., Ross, T. M., Hammond, W. A., y Mulligan, D. G. Delinquency and social class. British Journal of Criminology, 1966, 6, 294-302.

Por otro lado, estos autores afirmaron haber encontrado más problemas de comportamiento en los hogares rotos por el divorcio que en los hogares rotos por el fallecimiento, lo que sugiere que no es la separación per sé lo que tiene efectos significativos en los niños.


McCord, J., McCord, W., y Thurber, E. Some effects of paternal absence on male children. Journal of Abnormal and Social Psychology, 1962,64, 361-369.

Power, M. J., Ash, P. M., Schoenberg, E., y Sorey, E. C. Delinquency and the family. British Journal of Social Work, 1974, 4, 17-38.

A su vez, estos autores argumentan que los niños de hogares rotos pero sin conflictos eran menos propensos a tener problemas que los niños de hogares conflictivos sin romper.


Anthony, E. J. Children at risk from divorce: A review. In E. J. Anthony and C. Koupernik (Eds.), The child in his family. III. New York: Wiley, 1974.

Kelly, J. B., y Wallerstein, J. S. The effects of parental divorce: Experiences of the child in early latency. American Journal of' Orthopsychiatry, 197'6, 46, 20- 32

Hetherington, E. M., Cox, M., y Cox, R. Divorced fathers. Family Coordinator, 1976, 25, 417-428.

Westman, J. D., Cline, D. W., Swift, W. J., y Kramer, D. A. The role of child psychiatry in divorce. Archives of General Psychiatry, 1970, 23. 416-420.

Hijos de padres divorciados quienes continúan teniendo conflictos más allá del divorcio  tienen más problemas que los niños de padres divorciados que no están en conflictos.


Hetherington, E. M. Divorce: A child's perspective. American Psychologist, 1979, 34, 851-858.

Hetherington, E. M., Cox, M., y Cox, R. The aftermath of divorce. In J. H. Stevens y M. Mathews (Eds.), Mother/Child Father/Child Relationships. Washington, D.C.: National Association for the Education of Young Children, 1978.

Una explicación  por la que los efectos de la separación per sé parecen ser menos importante que los resultados de los conflictos familiares es que los efectos de separación parecen ser más limitados en el tiempo, mientras que las respuestas de conflicto puede ser más duradera.


Antognazza, E. J. (1997). Parejas tormentosas. Sudamericana.

Muchas parejas han quedado atrapadas en una red de expectativas mutuas que nunca se cumplen. Cada cual espera algo del otro y ese algo jamás aparece. (“No me debe querer, porque si me quisiera haría tal o cual cosa o dejaría de hacer tal otra”). Como consecuencia, generan frustración y resentimiento hasta tal punto que el amor, que posiblemente sienten, queda ignorado y, por ende, no expresado.


Delgado, H. (1938). Psicología general y psicopatología de las tendencias instintivas. Revista de Neuropsiquiatría, 1, 255–353.

Echeverría, R. (1996). Ontología del lenguaje. Santiago: Dolmen

Estos autores plantean que el resentimiento es un estado emocional que se construye en la narrativa personal y que representa la interpretación de haber sido víctima de un acto injusto por parte de otro u otros, frente al cual se rebela. Este estado se manifiesta en la forma de una hostilidad generalizada y manifestada indirectamente en distintas formas de agresión difusa.


SCHELLER, M. (1938). El resentimiento en la moral. Buenos Aires: Espasa–Calpe.

 El resentimiento también puede surgir, como se ha señalado ya, de la imposibilidad o impotencia de actualizar o manifestar expresiva y abiertamente los sentimientos negativos como el odio, la venganza y la envidia.


SULLIVAN, H. (1964). La teoría interpersonal de la psiquiatría. Buenos Aires: Psique.

El resentimiento puede surgir como resultado de la consideración que hace la persona acerca de las consecuencias que puede tener para él la expresión de sus sentimientos negativos hacia alguien que tiene una situación privilegiada de poder o, incluso, como resultado de amenazas violentas y represoras ejercidas por alguien que hacen que la persona se sienta incapaz de defenderse. 


NATHAN Y HARRIS (1989). Psicopatología y sociedad. México: Trillas.

SCHELLER, M. (1938). El resentimiento en la moral. Buenos Aires: Espasa–Calpe.

Cualquiera que sea el origen de esta imposibilidad de manifestar los sentimientos negativos, el efecto es que la persona ejerce autocontrol evitando y posponiendo la expresión de la emoción negativa y eventualmente desplazándola para otro momento y situación más apropiada; cuando esto se hace recurrente, se transforma en resentimiento.


Cáceres, C.; Manhey, C.; Raies, A.; (2004) Comprensión sistémico relacional del proceso de separación conyugal. Revista de Familias y Terapias, Año 12, N°18,2004.

En términos generales, es posible distinguir dos vías posibles luego de la separación: “uno en el que la familia logra mantener las funciones de protección hacia los hijos, y otro en el que mantiene vigente el conflicto de la relación amorosa de la pareja que se separa, en desmedro de las funciones parentales de cuidado”.


Gardner, R.A. (1999). "Family therapy of the moderate type of parental alienation syndrome". http://www.rgardner.com/

Por otra parte, los efectos del SAP sobre los hijos pueden ser considerados como una forma de maltrato o abuso psicológico y emocional, que puede producir un daño psicológico permanente en el vínculo con el progenitor rechazado.


Hercovici, P (1998): "Terapia Del Divorcio Y Mediación Familiar" Buenos Aires: En Revista Sistemas Familiares.

Si la pareja marital no logra llevarse bien, vive en conflicto por diferentes motivos y llega a divorciarse, es necesario que la pareja parental o "función parental" permanezca unida. La función parental debe ser compartida por ambos padres, de lo contrario causará ambivalencia en los hijos, sabotaje y coaliciones con uno de sus progenitores, pudiendo llegar a causarle serios daños psicológicos a los pequeños. Es preciso que ambos padres estén de acuerdo en las normas a impartir, que coordinen acuerdos básicos. Este último punto es el más difícil, ya que esta función está más relacionada con las prohibiciones, por lo que resulta la más frustrante y estresante. A esta función la llamamos "normativa". La función nutritiva consiste en dar amor, cuidado, satisfacer las necesidades básicas de alimentación, abrigo. 


Diaz, C . (1986): "El Ciclo Del Divorcio En La Vida Familiar". Buenos Aires: En revista Terapia Familiar.

Es fundamental que los padres puedan lograr esta discriminación, separando la crianza de los hijos de los resentimientos del post−divorcio, siendo capaces de soportar las frecuentes comunicaciones con su ex−cónyuge, cooperando en forma conjunta en la educación de los hijos. Para ello han de poder ser capaces de eliminar cualquier tipo de sentimiento que pueda interferir en dicho propósito para garantizar así un futuro saludable para sus hijos. 


Lang, P. J. (1979). A bioinformational theory of emotional imagery. Psychophysiology, 16(6), 495-512.

Van Oyen Witvliet, Charlotte., y Vrana, S. R. (1995). Psychophysiological responses as indices of affective dimensions. Psychophysiology, 32(5), 436-443.

Las ofensas y transgresiones interpersonales son, como comentamos anteriormente, experiencias con alta carga emocional y que, a menudo, evocan recuerdos negativos y excitantes y respuestas emocionales (por ejemplo, el resentimiento). Según la teoría de Peter Lang, los recuerdos no perdonados y las imágenes mentales sobre esos actos que conforman dichos recuerdos pueden producir expresiones faciales negativas y el aumento de la reactividad cardiovascular y simpática, tanto como lo hacen otras emociones negativas y excitantes (por ejemplo, el miedo, la ira). Por el contrario, las respuestas de perdón tienden a reducir la negatividad y la intensidad de la respuesta emocional de la víctima y la represión de las reacciones fisiológicas mencionadas anteriormente, tal y como las imágenes más agradables y relajantes hacen.


Harris, A. H., Thoresen, C. E., McCullough, M. E., y Larson, D. B. (1999). Spiritually and religiously oriented health interventions. Journal of Health Psychology, 4(3), 413-433.

Conforme a esto último, las respuestas de no perdón pueden deteriorar la salud mediante la activación, la emoción intensa negativa y la reactividad del sistema nervioso simpático (SNS) en general. Contrariamente, las respuestas de perdón pueden amortiguar salud o promover la sanación por la disminución de la reactividad cardiovascular y la hiperactivación del SNS. 








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